domingo, 17 de noviembre de 2013

Pensamiento Mágico

Umberto Eco


Nació en el norte de Italia.
Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Turín en 1954 con un trabajo que publicó dos años más tarde con el título de El problema estético en Santo Tomás de Aquino (1956).
Ha sido profesor de diversas universidades, crítico literario, semiólogo y comunicólogo. Creador de la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, iniciativa académica solo para licenciados de alto nivel destinada a difundir la cultura universal. También cofundó en 1969 la Asociación Internacional de Semiótica, de la que es secretario.
En 1980 se consagró como narrador con El nombre de la rosa, novela histórica culturalista susceptible de múltiples lecturas.
Es miembro del Foro de Sabios de la Mesa del Consejo Ejecutivo de la UNESCO y Doctor Honoris Causa por treinta y ocho universidades de todo el mundo.
En el 2000 recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Es caballero de la Legión de Honor francesa, entre otros nombramientos, y ha sido propuesto en diversas ocasiones para el Premio Nobel.

EL ORIGEN DEL UNIVERSO Y EL PENSAMIENTO MÁGICO

Desde que nos comenzamos a preguntar de dónde venimos, se nos han enseñado diferentes teorías sobre el origen de universo, algunas de ellas como: que veníamos de esporas provenientes del espacio, el creacionismo divino, la generación espontánea y el big bang, la más adoptada antes de surgir una curiosidad por comprobar la verdad, era la del creacionismo divino, donde hay un dios que crea al hombre y a la mujer, pero al surgir la duda nace la ciencia, los hombres quieren comprobar y van adoptando teorías que son más probables y que a pesar que desconocen el proceso completo de cómo llegaron a la conclusión o por qué dio ese resultado, deciden aceptar cosas más lógicas porque eso les da más seguridad y sobre todo poder.
Es curioso que a pesar de surgir el pensamiento científico y la lucha por un poder de la verdad, la iglesia y la religión aún no hayan desaparecido, y esto es porque aunque el razonamiento nos ha permitido avanzar, crear, y conocer, éste no abarca y no puede resolver todo, hay cosas que no se logran explicar aun y se las atribuyen a que existe un dios, aunque los científicos estén en contra de esto, mientras no puedan comprobarlo tienen que aceptar la idea de que existe otro tipo de magia diferente y aún más fuerte que la tecnología, el poder divino.
La tecnología también ha tomado lugar en esta lucha de poderes, sin embargo es un arma de doble filo, sus principios pueden estar basados en “mejorar” la calidad de vida del ser vivo, pero se ha visto que sus principales usos han sido destructivos, como la bomba de Hiroshima, todo tipo de armas que se han creado para obtener más poder, entre otras.
Esta magia increíble, considero que se ha salido del control de cada uno de sus creadores, o sólo consideran un fin y no ven consecuencias, o quizá la persona que la consume es más inteligente que su propio creador, que pervierten el fin del objeto.
Es difícil imaginar a un mundo sin la magia instantánea de la tecnología, las personas creen más en lo que les proporciona lo que quieren fácilmente, por eso sigue existiendo dios, y la tecnología, dejando de lado a la ciencia que avanza más lentamente y que en algunas ocasiones no logra explicar un fenómeno y pierde credibilidad.
Cada vez aumenta más el número de personas interesadas en la ciencia, pero también crece la tecnología porque es más el número de personas desesperadas, creo que si los humanos aceptan la tecnología y es algo que no da explicaciones de cómo surge, entonces podríamos generar nuevas versiones del origen del universo, sustentarlas en algo un poco “comprobable” y entraríamos a este juego de poderes, nadie tiene la verdad absoluta, solo estamos jugando a crear algo más convincente de lo ya existente, para eliminarlo, si los pensantes creadores de la tecnología usaran su ingenio de esta manera, quizá se podría reducir esta arma de doble filo, por ejemplo, se crean videojuegos para la distracción, sin embargo produce un mayor número de chicos violentos, o deserción escolar, deberían de implementar programas educativos en estos juegos, pero todo se basa en los intereses de quienes gobiernan al país, realmente ellos son los que tienen el poder de cambiar los objetivos de la magia y lo que ésta promete.
Hay que crear nuevos paradigmas más convincentes, que aunque los resultados sean lentos de obtener, la población esté dispuesta a adoptarlos, o darle un giro a la tecnología donde se ponga a la par con la ciencia en un mismo proceso, que la gente no tenga otra opción y recurra a lo que explica un proceso, creo que cuando la tecnología brinda las cosas tan fácilmente se puede llegar a un mundo de mediocridad, donde los seres racionales dejen de cuestionarse, porque si existe un debate de poderes es porque aún existe gente que cuestiona, pero si se pierden estas personas, la magia nos tendría bajo su dominio y ahí si se tendría una decadencia de la humanidad.

¿y tú que piensas?



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