lunes, 4 de noviembre de 2013

-La Vida en las Pantallas

Verdú


El mundo se ha ido recubriendo de un colágeno que “mejora” la tersura de la piel para ser filmada y para percibir profesionalmente la luz de la circulación mediática.

Verdú en esta lectura nos comparte la falsa realidad en la que vivimos, donde todos mienten, y sabemos que están mintiendo, y si se dijera la verdad no la creeríamos porque estamos acostumbrados a que lo que se está diciendo es mentira, o el estado regularía la información.

Hace algún tiempo, todavía se buscaba destruir esa imagen falsa que promocionaban los medios, los artistas y poder propiciar una reflexión y llegar a la razón, sin embargo ya son pocos los grupos que luchan por eso, los nuevos artistas y los principales propósitos de los grandes monopolios es entretener a las masas, distraer de lo que realmente ocurre en el país.
Estamos en una época que muchas personas ya no creen en lo que la gente dice, los rumores, lo que anda de boca en boca, a menos que sea transmitido en los principales medios de comunicación, pero sobre todo en la televisión en los canales más conocidos como televisa y tv azteca, incluso lo que no es verdad, se vuelve parte de la vida, se ha convertido de los problemas reales que asechan a las sociedades, un mundo de espectáculo, las empresas se han agarrado de ello para promocionar sus servicios, el dolor, toda emoción tiene un precio, por ejemplo, las mujeres golpeadas son parte de un spot de empresas. Están convirtiendo a la realidad en una ficción, al llevar al protagonismo en series, reality, lo que sucede cotidianamente, se distorsiona el significado de cultura, antes se leían a grandes pensadores, hoy se lee tv novelas, cine de arte que te invitaba a la reflexión hoy es un mundo queriendo vivir en Walt Disney.

Aunque los medios de difusión han traído ventajas, también han causado un despliegue de la realidad, donde se ha alterado el entendimiento directo e indirecto de las cosas, se está construyendo una realidad alternativa, muchos ya quieren salir en televisión, se ha vuelto un objetivo de reconocimiento social para poder otorgarle valor a su vida.
Las marcas ya no solamente promocionan artículos, han adquirido un sentimiento, han creado fidelidad por parte de los consumidores, ya no son únicamente el cubrir una necesidad física ahora ya también te proporcionan estabilidad, sentirte bien, por ejemplo antes la leche en polvo para bebés traía un eslogan dedicado a cubrir una necesidad alimenticia del bebé, ahora el eslogan es decirle a la mamá: no permitas que la distancia (entre no amamantarlo) los separe, ese sentimiento de la madre de no poder alimentar a su hijo, queda subsanado con estos nuevos eslogan, y que sin duda este marketing dio resultado y aumento en un gran porcentaje la venta del producto. También está la moda o en los adolescentes cuando quieren adquirir una pertenencia, se quieren identificar con algo, se pone de moda una serie, un grupo musical, una telenovela, entre otras, y si los chavos de ahí promocionan alguna marca de ropa en especial, lo cool ahora es vestirse como ellos. Antes usábamos un pañuelo de papel, ahora usamos un kleenex, no tomamos cualquier café, sino un nescafé, una vez que la marca se ha santificado, puede ya no seguir vivo el creador y seguirá vendiendo todo producto que lleve su nombre y no importa en dónde se venda, la posición intangible de la marca posee un poder simbólico un espíritu del capitalismo que es capaz de convertir a lo que era un simple producto, a una ideología. Si antes se compraba por necesidad, y las personas se cansaban de gastar, ahora los medios nos implantan una necesidad y el gasto lo vemos como un ingreso, ya no es el valor del artículo y su función, es la cosmología de la marca.
Todo ha ido perdiendo el sentido por el cual fue creado, los museos, antes los museos expresaban la historia de un país, la forma de vivir, los cambios surgidos en ciertos períodos, hoy hay museos de cualquier cosa, y claro antes de irse no olvide pasar por su recuerdito, y nuevamente aparecen las marcas, y si el museo no consigue crear noticia debido a su tamaño o contenido, lo hará por su estructura arquitectónica, en la actualidad muchos chavos ya no buscan informarse, sino quieren divertirse, ya no es educación, es distracción, y los museos han tenido que hacer un cambio en su concepción y tener pautas semejantes a los parques temáticos, por ejemplo en el Holocaust Museum de Washingnton el público recibe a la entrada una tarjeta de identidad con el nombre de un determinado judío recluido en un campo de exterminio y durante el trayecto trata de encarnar las vicisitudes del prisionero. Versiones con esta misma idea se han repetido en muchas más instituciones de diferentes países.

¿Moda o Ideología? Pregunta Verdú, dos tendencias estéticas que se juntan una encaminada a la celebración de la apariencia y la otra hacia la peor experiencia de lo real; la primera ha encontrado un aliado en los medios de comunicación de masas y es la tendencia que corresponde a la estatización general del mundo. La segunda opción se recrea en la pornografía del dolor. La ropa de las clases más pobres se ha explotado dentro de lo más cool.

Mientras que los artistas crean objetos estéticos, los diseñadores de moda patrocinan estilos de vida, la moda ridiculiza el peso o la tragedia de la historia, para trabajar con la liviandad, hoy el estilo tiene más valor de lo que fue.

Referencia: 
Verdú, V. (2003). El estilo del mundo, la vida en el capitalismo de ficción. Anagrama, Barcelona. Pp:  113-155.

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